¡Te amo con locura!
No puedo creer
Que finalmente nos estemos casando…
¡Aquí!
Frente a tus padres,
Con la felicidad en sus caras,
iguales que en el
retrato,
Ese que siempre me mostrabas.
Ahora nos acompañan,
como tenía que ser,
presenciando el
momento más preciado de nuestras vidas.
El sitio que escogiste
me parece perfecto, casi irreal.
El viento tiene voz, las nubes, un
color rojizo.
Con el sol detrás
de ellas,
dejando claro el reclamo de
su presencia.
Todo el lugar parece
flotar.
Al igual que toda la gente…
A algunos logro
reconocerlos,
Es tan difícil examinar
sus caras,
¿Por qué los veo tan
borrosos?
Debe ser consecuencia de la felicidad eterna,
tan perdurable,
que al parecer nubla todos mis sentidos.
A pesar de estar a plena luz de día,
se siente un frio
terrible.
Escucho tu risa debajo
del velo,
tan contagiante como
siempre.
No puedo evitar regalarte una pequeña mueca,
pues para mí es natural el complacerte.
Aunque dudé mucho en
tomar esta decisión,
Ahora me doy cuenta
que no podía ser de otra forma.
De aquí en adelante tú
y yo seremos uno.
trazándonos el camino,
que entrelace nuestras almas.
Ya es hora mi vida, acércate.
Ven a mí.
Toma mi mano, dime que ¡sí!
¿Qué es ese ruido?
¿Dónde estás?
No puedo verte.
¡Eva! …
Un sonido familiar,
me arrastra desde lejos,.
Se parece mucho al de mi reloj,
A ese que me regalaste,
El día antes de nuestra boda,
la noche antes de morir…