Vacío...
Hace cuanto no sabía de ti!
sé que andabas por ahí,
esperando el momento,
merodeando en mis momentos,
saboreando mis pensamientos,
buscando la oportunidad de tenerme de vuelta.
Soledad...
A mi llegas de nuevo,
y contigo traes mi paz,
recuperando así el control.
Logrando ver más allá,
ahora advierto mis errores,
que me ayudaron a decir
por esta vez, ya basta.
Engaño...
Te la jugaste de nuevo conmigo,
y como tonto me envolviste.
Sé que para ti sólo fui un juguete,
un simple traste que poco consideras,
porque si olvidar significa distancia,
el respeto significa querer.
Melancolía...
Como el respirar eres inevitable.
Que habilidad la tuya!
de manejar mis ánimos a voluntad
de animar películas en mi mente
de hacerme querer cosas
que sólo un deseo podría lograr
alejándome así de la realidad
que siempre te deja volar
con la única intención de dejarte caer
cada vez más fuerte.
cada vez más fuerte.
Esperanza...
Como rayo de luz de la mañana
apareces para iluminar mi camino.
Ahora entiendo el por qué de las cosas
y las razones por la cual
a pesar de haberme perdido
como en las páginas de un libro
parecía ya estar todo escrito
parecía ya estar todo escrito
para tener un mejor final…
José Laurencio.