A ti siempre, mujer de mi vida, gracias.
Sólo tengo
una perspectiva, pues tuyo es el don de la vida.
¿Cómo
describir lo que sentiste?
¿Lo que sufriste? por traerme al mundo.
Cómo
explicar que,
aun cuando fuese un momento terrible también fue mágico,
pues para ti
significó el antes y el después de tu vida.
No puedo
hacer otra cosa,
por mi parte,
sino darte
mi eterno agradecimiento.
Me viste
nacer, crecer y desarrollarme.
Me cuidaste
y me defendiste contra todo mal que estuviera a tu alcance.
Pero llega
la adolescencia y con ella todos mis egoísmos.
Antepuse
mis problemas, incluso atribuyéndote algunos,
sin darme
cuenta que sólo eran mis hormonas, que al hablar cegaban mi razón.
Yo me
molestaba,
tú sólo trababas de hacerme entender,
de buena o
mala manera, pues también eres carne y huesos… no somos perfectos.
Quise muchas
cosas en el camino, unas me las diste, otras no.
Lo único
innegable fue el amor incondicional que me diste,
tus ganas
de hacer cada día para mi el mejor.
Sin duda
eres y serás la mujer más importante en mi vida.
Siendo ya
un adulto,
aun me veo en tus ojos como tu
pequeño.
La edad me
permitió entenderte,
cuando comprendí que:
no hay algo
más preciado e importante para una madre, que la vida de su hijo.
Aún tengo
la suerte de tenerte conmigo, otros ya no.
No puedo
imaginar el dolor de decir adiós a quien te regaló la existencia.
Leyes de
vida supongo, aunque no por ellas menos indeseable...
Tuyo es el vientre de la vida, tuya es la formación del ser, en ti, reside lo más puro del sentimiento, el amor eterno.
Conmigo por siempre ¡Mamá!
Tengo la suerte de que mis padres apuraron el tranco y apenas 16 años nos separan de experiencia de vida. De niño mi madre fue como mi hermana mayor y como siempre ha sido guapa desde chico tuve que aprender a que me dijeran cuñado en la calle. Con el tiempo aprendí que eso era algo para estar orgulloso y en lugar de molestarme me agradaba.
ResponderBorrarHoy que ambos somos mayores tengo el gusto de decir que comparto con ella muchas cosas, su alegría de vivir y la depresión que heredamos de la familia. Ambas cosas contradictorias son también lo mismo. Alegrarse es no sentir pena.
Mi madre no me ha enseñado a vivir, aprendió conmigo. Juntos hemos pasado por cosas que la complejidad de las conductas personales te hace sentir. Ella y yo somos críticos de los demás y no tenemos desparpajo alguno por no mirar la viga en nuestro ojo. Me reconozco en su no saber perder, en sus ganas de vivir en un mundo más limpio, en su amor por los animales antes que el prójimo, en su crítica frente a la autoridad siendo autoritarios a fondo.
No puedo pararme frente a ella a entregarle miles de alabanzas, pues ella misma me enseñó a mirar el mundo más abajo del agua que todos creen ver.
Mi madre, es una amiga y mi apoyo. Y para ser amigo se necesitan dos. Para ayudarse no hay uno.
Mis padres y mis hermanos, somos un pequeño núcleo donde no ha entrado mucha gente, pero los que han venido han aprendido que la vida para nosotros es algo más que las sonrisas y el aprecio. Mi madre se ha encargado de eso, mostrarnos el mundo como es, o como ella lo ha mirado y con la perspectiva del tiempo siento que lo ha hecho bien. El mejor elogio que el puedo hacer es que la quiero tanto como ella a mí y cuando parta, estoy seguro que sabrá que así fue.
Interesante el relato. En un momento me dieron ganas de llorar jaja. Pense en mi madre. En cuando me cuidaba las veces que estaba enfermo, en los postres o tortas que e cocinaba de niño, cuando me acompañaba y me ayudaba con las tareas de la escuela. Ahora si bien la tengo todavia ya no es lo mismo. Soy yo el que debo estar mas atento de lo que le ocurre a ella que ella de mi. Tampoco se si habre cumplido con los deseos o ilusiones que ella habra tenido que fuese o la habre defraudado. Y no quiero imaginarme el dia en que ya no la tenga. Seria un paso dificilisimo.
ResponderBorrarPero bueno. Como vos decis. Es la ley de la vida. No hay nadie que sea inmortal. No hay que detenerse en esto a deprimirse. Sino a seguir el camino y tratar de ser fuertes. Y seguramente habra un dia en el que nosotros partiremos de este mundo y nuestros hijos, si es que los tenemos, nos recordaran.
Un abrazo y buen fin de semana. Chau
Felicidades,gracias por compartir, Dios siga dando ese bello sentir y habilidad de la escritura, a mi tambien me gusta mucho escribir, y mira, creo que el ver este blog, me ha inspirado para seguir haciendolo y compartirlo por aqui, Dios te bendiga !!!
ResponderBorrar